jueves, 11 de agosto de 2011

“Literatura: más allá de lo comprensible”


“Que nadie se engañe: decir buenos días
Ya es hacer Literatura”.
Joan Fuster.


Es difícil comprender los límites de la Literatura. Siempre la tenemos como un mero libro u obra literaria de gran prestigio. Quizá pensamos que solamente es objetiva y que no involucra nuestro interior, lo subjetivo. Que va más allá de lo cotidiano o que involucra todo lo cotidiano. ¿Cuánto limitamos a la literatura? Entonces, ¿Estamos hablando de algo demasiado complejo? Y, ¿Cómo un niño puede entonces acceder a ella?
La literatura es una arte, el arte que emplea como medio de comunicación la palabra hablada y/o escrita, y que además involucra nuestros sentimientos, emociones cuando nos conectamos con la lectura, es crear en nuestros pensamientos un nuevo mundo. La literatura va del código, lo concreto a lo imaginario, lo abstracto.
Al decir abstracto creemos que ya no es algo a lo que puede acceder un niño/a, porque no lo puede ver, no lo puede tocar, pero dentro de él, a medida que escucha o lee un texto construye en su pensamiento los personajes, las acciones que se van desenlazando. Es nuestra responsabilidad de otorgar esa oportunidad a los niños y niñas de nuestras aulas. Y poder brindar el deseo por la lectura.
Nada es imposible si se trata de enseñar, brindar oportunidades, impartir lo hermoso de leer. Es solamente buscar en nuestros proyectos el espacio para leer, leer en voz alta, escuchar una lectura, en valorar la lectura de otro, conectarnos con el otro, conversar con otros, respetar la voz del otro-ya sea del que lee u opina sobre un texto-. Es buscar el momento propicio y propio para la lectura en nuestras aulas como una materia más.
En este caso la lección es amistad y libertad. Es convocar, invitar lectores con el mismo deseo de leer y el deseo de ser libres en la lectura. Porque es allí, en un espacio común, que tienen sus cosas en común en donde se aprende. En el intercambio de experiencias propias, en donde se recomiendan o desaconsejan sobres las lecturas. Y es esto lo que debemos priorizar en nuestras aulas, como futuros docentes y docentes en su ejercicio. Porque esto es aprendizaje.
Para ello es preciso enseñar a leer, y enseñar y aprender el placer de leer. Vale decir que tenemos que nosotros mismos docentes, aprender el placer de leer para poder enseñarlo, porque no podemos dar algo que no tenemos. Aprendamos a apropiarnos de las lecturas y brindar a los niños lo que se puede descubrir de ellas. No los limitemos a nuestras maneras, monótonas, objetivas, sino no creamos ningún placer, demos la libertad necesaria para que cada niño/a se descubra en el texto. No con esto estoy diciendo que no debo hacer nada, sino que nuestra labor además de ser un ejemplo es acompañar y guiar al niño en cada lectura.
La escritora Isabel Gallart, en su texto “El placer de leer”, nos brinda una serie de condiciones que son necesarias para enseñar a leer por placer, así como el titulo lo indica. Mencionare algunas de ellas y que son necesarias aplicarlas en nuestra rutina en el aula:
*      La actividad de leer hay que dedicarle tiempo suficiente y espacio adecuado, y todos debemos implicarnos: el profesor también tiene su libro y lee;
*      No debemos perder de vista que se trata de una lectura personal. Podemos orientar la elección de un libro pero no podemos imponerla;
*      Buscar la continuidad natural de las lecturas personales.
*      Relativizar nuestros criterios en relación a lo que deben leer los niños.

Se trata de favorecer la lectura, aprovechar lo que ella brinda y fomentar la lectura en el aula, en las escuelas.
Es necesario enseñar y aprender a incorporar en nuestras planificaciones un espacio propio para las lecturas. Como dijo la escritora: “ayudar a los niños a leer, interesarlos por la lectura, es dotarles de un instrumento de culturización y de toma de conciencia…”.
Finalmente, como dice en el epígrafe: con decir buenos días ya estamos haciendo literatura, y nuestra tarea es incitar en cada estudiante el deseo por descubrirla en cada momento, en su caminar, en sus lecturas y rehacer su propio camino indagando  e inquiriendo en cada texto, en su placer por leer.

1 comentario:

  1. HELLO AMALIA MUY BUENO TU BLOG ME ENCANTO TE FELI Y MUY BUENO ELL TEXTOQ UE PUSISTE BESOS

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